El escenario del Teatro El Milagro es testigo de una adaptación escénica del poderoso texto de Sara Uribe, que confronta la tragedia contemporánea de la desaparición forzada en México.
Protagonizada de forma suprema por Marina de Tavira y dirigida por Sandra Félix, esta obra está por cerrar su temporada y con funciones sold out confirma que el teatro con compromiso está presente y es buscado por un público, que como parte de la sociedad, requiere de puestas en escena en la que la realidad inmediata, haga evidente lo que acontece en nuestro entorno. Y como spoiler, Marina está excelsa como actriz y más, plausible su trabajo activista e incluso, su respeto al mensaje protagónico de la obra. El nudo en la garganta se hace evidente en los asistentes, porque esa realidad que se observa en el escenario, cada vez está más cercana y día a día, se sabe de la no acción escondido en el argumento de ” estamos investigando”.
Eco de un clásico
Inspirada en la figura clásica de Antígona, la obra transita desde el mito hasta el presente mexicano, en el que miles de mujeres —como Antígona González— buscan incansablemente a sus seres queridos víctimas de desaparición forzada. La pieza es un grito poético, urgente y profundamente humano, que cuestiona nuestra relación con la justicia, la memoria y el duelo.
“Dirigir Antígona González es enfrentar una herida abierta desde el lenguaje escénico. Esta obra no busca respuestas, busca resonancia. Nos invita a mirar de frente una realidad dolorosa y, desde el arte, nombrarla. Porque en el teatro, como en la vida, lo que no se nombra, desaparece.” — Sandra Félix, directora de “Antígona González” –
“El teatro tiene la capacidad de tocarnos desde lo más profundo y, al mismo tiempo, abrir espacios de reflexión colectiva. Hacer una obra como Antígona González es, para mí, una forma de honrar la memoria, de nombrar lo que a veces se quiere silenciar. Necesitamos que el arte nos confronte, que provoque conversación y que ayude a que las voces de las víctimas resuenen más allá del escenario.” — Marina de Tavira, actriz y productora.
La estética del mensaje
Con un montaje sobrio y poético, el diseño escénico e iluminación está a cargo de Víctor Zapatero, quien crea una plataforma resonante que le da voz al mínimo sonido emitido desde el escenario, evocando la aridez del desierto y amplificando los pasos de la búsqueda. El vestuario, diseñado por Jerildy Bosch, transforma las prendas cotidianas en símbolos visuales de resistencia y dolor. Alejandro Castaños se encarga de la música original y diseño sonoro, construyendo atmósferas que van de lo íntimo a lo desgarrador. El equipo creativo se complementa con la fotografía de Antonia Fritche, el diseño gráfico de Héctor Ortega. La producción ejecutiva corre a cargo de Daniela Parra de Incidente Teatro.
La obra, dirigida a adolescentes y adultos, busca dialogar con un público amplio, incluyendo a colectivos, asociaciones civiles, y familias de personas desaparecidas. Con una programación de sólo 16 funciones y un aforo de 100 personas por función, Antígona González es una experiencia escénica que invita no solo a la reflexión, sino también a la acción y la empatía. Es una puesta imperdible, tanto por el nivel de creación de los involucrados en la puesta, como por el poderoso mensaje, del que no podemos quedarnos impávidos.
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