Durante el confinamiento, ha surgido la necesidad de contar con espacios que propicien nuestra salud mental y emocional. Linda Shamai, arquitecta y socia fundadora de Studio 20.25, despacho de interiorismo con casi 10 años de experiencia en diseñar espacios según las necesidades psicológicas y emocionales de las personas nos compartió algunos consejos para crear un espacio resiliente y emocionalmente sano.
Pues aunque no lo creas, el cómo esté decorada, construida o distribuida tu casa influye notablemente en la configuración de tus pensamientos y emociones, asegura Linda Shamai y agregando que las nuevas tendencias del interiorismo tienen como objetivo que las casas sean lo suficiente adaptables para hacer home office y también sirvan para descansar, detonar la creatividad y sentirnos seguros ante el caos mundial. Sin más, te dejamos 3 tips para crear un espacio que contribuya a tu salud emocional.
1. Pintura en colores neutros. Si pintamos nuestros muros con colores muy vivos y brillantes quizás deleites a tu ojo, pero el cerebro opera de diferente manera y se sentirá saturado, señala la arquitecta de la Universidad Anáhuac. “Una casa pequeña o mediana con colores demasiado fuertes podría generar hiperactividad o ansiedad a largo plazo. Por eso lo ideal es usar colores neutros en muros y acabados. Deja los colores vivos y brillantes para muebles y accesorios. Recordemos que colores como el anaranjado o el morado son más para oficinas corporativas o espacios creativos con plafones altos”, comenta.
2. Muebles ergonómicos. Trabajar en la recámara ya es un hábito. Sin embargo, que tu habitación sea tu oficina 24/7 no es sano, ya que tu cerebro no sabrá distinguir cuándo es hora de relajarte y cuándo de trabajar. “Si trabajas en la cama, deja de hacerlo. Mejor compra un escritorio ergonómico, es decir, desmontable: de día puede ser un work desk; de noche, un buró para poner el café. Todas las tiendas para el hogar ya cuentan con estas opciones. Además, puedes colocarlo en cualquier lugar de la casa”, explica Shamai.
3.Conviértete en el señor o la señora de las plantas
El diseño de interiores es 90% percepción, por eso tener plantas o flores en casa nos trasladará neurológicamente a la naturaleza. “Esto no significa que tener vegetación en casa nos haga sentir inmediatamente en Valle de Bravo. Lo que sí sucede es que nuestro cerebro, paulatinamente, asociará neurológicamente este tipo de interiorismo con la sensación de bienestar o la serenidad que produce estar en un jardín o en un bosque. Es un proceso inconsciente que no entendemos a primera instancia, pero que sí genera estímulos positivos a largo plazo”, concluye la experta.