Quizá no lo habías notado, pero la miel tiene múltiples usos en el ámbito de la belleza. Está presente en mascarillas faciales, shampoo, cremas, bálsamos labiales y más, pues posee propiedades curativas naturales, al mismo tiempo que ayuda a promover la formación de colágeno, lo que la convierte en un gran aliado anti-envejecimiento.
Aunque eso no significa que la botella de miel que encuentras en el supermercado solucionará mágicamente todos tus problemas de piel, la mejor es esa que encuentras en los mercados locales y que es 100% natural. Carly Stein, fundadora de Beekeeper’s Naturals, asegura que cuanto más oscura sea la miel, mayores antioxidantes para tu piel. Comienza a tomar nota porque aquí te presentamos 10 maneras de incluir la miel en tu rutina de belleza.
- Mascarilla facial. Con sus efectos humectantes y calmantes, la miel puede hidratar la piel, dejándola suave, radiante y brillante, pues sus azúcares aumentan el contenido de agua y reducen la sequedad en la piel incluso después de haberla lavado.
- Desvanecimiento de cicatrices. Las propiedades antioxidantes de la miel ayudan al proceso de cicatrización y si además la combinas con propóleo, puede ayudarte a atenuar el aspecto de las estrías y la decoloración de la piel.
- Tratamiento contra acné. La miel de trigo sarraceno es un antiinflamatorio que ayuda a reducir el enrojecimiento y la hinchazón de las espinillas, mientras que sus propiedades antibacterianas pueden ayudar a combatir las bacterias que causan el acné, especialmente si combinada con propóleo.
- Relajante. Mezcla dos cucharadas grandes de miel en una taza de agua caliente hasta que se disuelva y vierte la mezcla en la tina con agua tibia. De inmediato te sentirás relajado y con una piel tan suave como la seda.
- Hidrata las cutículas. Al frotar miel sobre cada cutícula y dejarla actuar de 5 a 10 minutos antes de enjuagar, le darás vida a tus uñas y fortalecerás la piel que las rodea.
- Acondicionador diario. Diluye una cucharada de miel en agua para esparcir la mezcla por tu cabello húmedo, enjuaga con más agua y comprueba lo humectado que lucirá al secarlo.
- Bálsamo labial. Cuando sientas tus labios partidos, aplica miel directamente en ellos, déjela actuar unos minutos y luego enjuaga.
- Tratamiento capilar hidratante. Haz una mascarilla para el cabello combinando dos plátanos muy maduros, media taza de miel y un cuarto de taza de aceite de oliva, revuelve los ingredientes y aplica la mezcla desde el cuero cabelludo hasta las puntas. Déjela actuar de 20 a 25 minutos, enjuaga con agua tibia y aplica tu shampoo.
- Ayuda a dormir. Si eres de los que se despierta a media noche, una cucharada de miel te ayudará a permanecer dormido, ya que esta ayuda a almacenar el glucógeno en el hígado, una de las cosas que el cerebro necesita para que descanses completamente.
- Alivia quemaduras. Dado que posee propiedades anti-inflamatorias, la miel puede calmar la irritación de una quemadura de sol o aquella hecha por un sartén, además de que su grosor actúa como una barrera contra cualquier infección. Solo es necesario limpiar la quemadura, aplicar miel directo en ella, dejarla reposar por unos minutos y enjuagar.