El año pasado hubo una gran controversia al rededor de la chamarra amarilla de la marca española, gracias a que fashion bloggers defendían a muerte su amor u odio por la prenda que llegó a agotar existencias y hasta fue revendida en internet por cantidades más elevadas de su precio original.
Este año, la biker ha regresado en un color diferente: rosa millenial, con la que se pretende causar la misma euforia que tuvo su antecesora. Al parecer, con un precio de 1,050 pesos mexicanos, la chamarra busca posicionarse entre las tendencias de moda rápida a través de la red social Instagram, donde sus satisfechas consumidoras suben fotografías con la inconfundible prenda.