Christina Koch, astronauta de la NASA pasó 328 días en el espacio orbitando la Tierra, la misión espacial que ya es considerada la más larga completada por una mujer.
Durante la mayor parte de 2019, Koch vivió en la Estación Espacial Internacional bajo un régimen alimenticio que incluía porciones que la hicieran obtener suficientes calorías para llevar a cabo su trabajo. Podría parecer algo sencillo, lo cierto es que la microgravedad en el espacio no solo provoca la pérdida de apetito sino también sentir saciedad antes de haber ingerido las calorías necesarias.
Pero, ¿qué es exactamente lo que comía la astronauta? De acuerdo a la entrevista que mantuvo con Women’s Health, su desayuno consistía en una barra energética o de proteínas acompañada de un café, mientras que cuando tenía programadas caminatas espaciales que implicaban pasar seis o siete horas fuera de la estación, debía consumir 2 mil calorías antes de las 7 de la mañana.
Para mantener a los astronautas saciados entre comidas, la NASA suministró muchos bocadillos, como frutas secas y nueces. Tanto para hora de la comida como para la cena, Koch y el resto de la tripulación dependían de comidas pre-envasadas y listas para comer, las cuales pese a estar deshidratadas ofrecen una gran variedad de ingredientes para una dieta balanceada, desde camarones, pollo y carne molida hasta pasta y verduras.
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Finalmente, para el postre la astronauta solicitó una variedad de barras de chocolate negro orgánico, que fue dosificando para tener un premio cada noche. En cuanto a la actividad física, Christina Koch detalló a la publicación antes mencionada que en la estación espacial realizan ejercicio todos los días para prevenir la pérdida ósea y muscular, así como mantener la salud cardiovascular, mientras que cuando está en tierra le gusta hacer ejercicio . “Me encanta correr, hacer surf, escalar rocas y hacer yoga”, concluyó.