Alimentarse bien es más sencillo de lo que crees, sin que esto implique conocer a la perfección todos los grupos de alimentos, pesar las porciones de comida o sumar las calorías de cada bocado. Lo importante es elegir los productos e ingredientes adecuados, mejor aún si son de origen local.
“Una alimentación saludable y nutritiva debe aportar todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita. Consumir local será prioridad para apoyar la economía de cualquier país y además, ayuda a garantizar la frescura de los productos que ingerimos”, mencionó Mariana Matallana, experta nutricionista que ofreció una charla en vivo en Crehana, la comunidad de aprendizaje en línea.
Así mismo, Mariana compartió algunas recomendaciones que pueden servir como base para transitar hacia una alimentación más sana y con menor impacto ambiental y que a continuación enlistamos.
Come frutas y verduras: Aunque suene a comercial, una recomendación importante es aumentar de forma variada el consumo de este tipo de alimentos que se deben incluir diariamente debido a los minerales, vitaminas, antioxidantes y fibra que nos aportan y que son vitales para muchos procesos diarios en nuestros cuerpos.
Elige mejores fuentes de carbohidratos y de grasas: Procura dar prioridad a alimentos ricos en carbohidratos complejos y fibra, como el arroz o pasta integral, además de tubérculos como la papa, ya que estos dan sensación de saciedad por más tiempo, evitando así consumir entre comidas. En cuanto a la grasa, hay diferentes opciones, como el aguacate, semillas de calabaza, de girasol, linaza o aceite de oliva, que ayudan a controlar los niveles de colesterol y también dan saciedad.
Opta por las carnes magras: Prioriza las carnes con menos grasa, como la del pollo, pavo y de algunos pescados. Existen también pescados como el salmón, atún o bonito, que contienen mayor cantidad de grasas, aunque su aporte es saludable ya que contienen Omega 3.
Menos frituras y azúcares: Disminuye tanto como puedas las comidas fritas y dale prioridad a las preparaciones que sean al vapor u horneadas para evitar una alta ingesta de grasa saturada. Disminuir el azúcar también tendrá notables beneficios, no sólo en cuanto al azúcar añadida, sino la que contienen los jugos y otros alimentos de forma natural.
Toma más agua: Ten siempre una jarra de agua o un termo al lado de donde trabajas para controlar mejor tu hidratación, y en época de frío puedes complementarla con té o infusiones. Dos litros de agua por día sería la norma más conocida, lo cierto es que cada cuerpo es distinto por lo que con un litro diario es totalmente válido.
Al final, todo se trata de un balance y equilibrio. No hay alimentación perfecta, así que cumplir un antojo de vez en cuando no está mal, solo hay que procurar que no superen el 20% de nuestras comidas, para que así la gran mayoría de nuestra alimentación sea saludable.