Quizá te estés preguntando cómo es el estilo escandinavo, pero estamos seguros que lo has visto en revistas de decoración, showrooms o hasta en películas. Básicamente, incorpora algo llamado hygge que no es más que una sensación de comodidad que los daneses han perfeccionado.
Así que basta con seguir tres sencillos pasos para hacer parte de tu hogar esta tendencia.
- Deja que la luz natural resplandezca: Tener las paredes pintadas de blanco y dejar las ventanas descubiertas o con cortinas delgadas, hará que el aire circule. O bien colocar un espejo, pues ayudará a que la luz natural rebote en una habitación grande sin necesidad de colocar lámparas.
- Incorpora elementos naturales: Las piedras y la madera son una gran opción y que puedes acentuar con textiles, como mantas y cojines, procurando que estos sean de colores neutros.
- Simplifica: Reemplaza los sillones que ocupan demasiado espacio por una pila de cojines o un puff básico que puedes colocar en una esquina de la estancia.
Aunque en el estilo escandinavo menos es más, también puedes darle vida a tus paredes colocando lienzos sobre la pared con motivos simples pero llamativos. ¿Qué te parecieron estos consejos? Cuéntanos si los aplicas en tu hogar.